A pie de calle

A pie de calle se pueden observar el creciente interés de las personas por el bienestar animal a la vez que se puede ver demasiada frustración, prisas y poco respeto.

Hay tres cosas relacionadas con el miedo que me gusta recalcar a mis alumnos: La primera es que las emociones  no se puede premiar ni castigar. La segunda que el miedo impide el aprendizaje. La tercera es que si apostamos por la educación amable ha de serlo para todos… si, si, personas incluidas. Por lo tanto, desde un principio son conscientes que bienestar animal no es compatible con frustración, prisas y poco respeto.

Reconozco que en alguna ocasión “cuesta” escuchar  como alguien te explica que su perro obedece desde que lo llevaron a “adiestrar”, sin haberse cuestionado por qué obedece o por qué teme las consecuencias de no obedecer. No es fácil cuando las preguntas son del tipo: ¿Cómo puedo conseguir que mi perro haga o deje de hacer…? ¿Y qué hago cuando mi perro…? Y casi ninguna relacionada con lo más importante: el bienestar de “su” perro. Sin embargo, es nuestra obligación como profesionales de la educación escuchar, respetar, no juzgar y valorar si podemos intervenir (o no)  para que eso cambie.

Algo está fallando cuando las personas que conviven (o pretenden convivir) con perros siguen viendo más importante un “siéntate” a cualquier precio que el equilibrio emocional. Algo está fallando cuando se rescatan perros y se les condena a llevar un collar de pinchos, o a vivir siempre atados… Algo falla cuando sigue habiendo quién se hace llamar adiestrador por dar cuatro golpes. Y fallamos nosotros si pretendemos “atacar” el problema desde la confrontación.

Las personas que creemos que la educación siempre tiene que ser desde el respeto estamos en la obligación de demostrarlo con hechos en nuestro día a día, al fin y al cabo ESO es lo que les quedará a los demás, el ver que SI se puede, que hay otra manera de hacer. El ejemplo es mucho más eficaz que las palabras.

Lograr que alguien quite a su  perro un collar de pinchos sin entrar en ningún tipo de confrontación / consejo / indicación ES POSIBLE.  Las personas que tenéis formación sobre educación canina sabéis como hacer las cosas sin castigos, solo hay que aplicarlo a otro tipo de mamíferos vertebrados: las personas.

La persona profesional de la educación canina no debería ser reconocida en el parque porque su perro ejecuta perfectamente ordenes, no debería reconocérsele por hacer más trucos con su perro, ni por llevarlo en un junto perfecto en su paseo… Debería ser aquella persona que empieza por respetar el paseo de su perro, que cubre sus necesidades y que es AMABLE con los perros (a vista de perro, claro). Considero fundamental que se desligue la imagen de educador canino de la del tipo que va gritando / pegando / estrangulando a un perro pero también de quién usa el paseo de su perro para hacerse campaña de marketing. No hay mejor campaña que un perro equilibrado, y para eso no se necesitan trucos ni ordenes.

Es imprescindible para que se de un cambio que las personas que tienen perro y están fuera de “este mundo” tengan a su alcance la visión y el ejemplo de que hay aspectos mucho más importantes que el adiestramiento, y más fundamentales en la relación con su perro que deberían normalizarse como:

  1. Las buenas relaciones se basan en la comunicación, confianza y respeto, no en el control, órdenes ni instrucciones.
  2. Las personas que toman la decisión de vivir con un perro tienen la obligación de aprender sobre ellos.
  3. No hay motivos para hacerle nada desagradable a un perro.
  4. Cuando las necesidades de los perros no están cubiertas aparecen los “malos comportamientos”
  5. Cada perro es un individuo, lo que va bien para uno no tiene por qué ir bien para otro.

Por último, me gustaría plantearos tres preguntas:

¿Podemos usar un tono de voz más amable? ¿Podemos usar un lenguaje corporal menos amenazante? ¿Podemos educar y actuar de forma más amable? Si, si, y si. Entonces no tenemos excusa para no hacerlo.

Autora: Cinta Marí, 2014

Artículo publicado en REC+ 17

Deja un comentario

Abrir chat
¡Hola!
¿En qué podemos ayudarte?