Parece que el mundo de tu perra(o) se haya reducido a jugar constantemente (cuanto más a lo bruto mejor), romper, “liarla”, ser veloz…
La capacidad de concentración es escasa, la de aburrirse altísima.
Puedes tener paciencia y esperar que “esto pase” para ver el resultado (cruzando dedos para que salga bien) o puedes ayudarle en esta difícil etapa de desarrollo.
Afianza las bases para una buena relación a través de actividades divertidas.
Facilita el aprendizaje y la comprensión de las normas de convivencia.
Ofrécele el apoyo necesario de forma amable y divertida para que sea capaz de:
- Parar, coordinar, tener auto control, centrarse, gestionar situaciones nuevas, tener educación en los saludos, practicar actividades divertidas, zanjar fases no resueltas de cachorro, etc.
- No tirar de la correa, no destrozar, gestionar el estrés, ganar confianza, crecer seguro, etc. Eso que se llama “portarse bien”.