Visitando a un senior

Hace unos años era poco habitual ver perros con achaques producidos por la vejez. La esperanza de vida de los perros que nos acompañan mejora cada vez más, normalizando esta situación.

El proceso de envejecimiento de nuestros amigos caninos no siempre es fácil de afrontar, sobre todo cuando conlleva consecuencias evidentes físicas y mentales.

Las familias están acostumbradas a su amigo adulto, a su estado habitual de salud, de ánimo, carácter, lugares y juegos favoritos, amistades… y las cosas empiezan a cambiar. Hay personas que lo primero que notan es que su perro ahora es más desobediente, otras dicen que escucha lo que quiere, que un día sale y se cree un cachorro y luego no se puede mover en dos días… Bien, todo esto entra dentro de la normalidad del proceso de envejecimiento, no es que el perro se vuelva maleducado, ni tenga un problema de educación, simplemente está experimentando cambios que le llevan a alterar su comportamiento.

Envejecer no es un trastorno, pero influye en el comportamiento. Se considera a un perro senior (o geriátrico) a partir de los 7/8 años.

Existe diferencia entre razas grandes y pequeñas, considerando seniors a los perros de razas grandes antes que a los de raza pequeña.

Un perro senior es nuestro perro de siempre, más experto, más sabio.

Personalmente no puedo evitar que se me escape una sonrisilla a la vez que pregunto la edad del perro cuando alguien llama diciendo que su perro de repente desobedece, se hace el sordo, ya no aguanta sin hacer pipí entre paseos…

Las necesidades de los perros cambian con la edad, y pueden encontrarse en una etapa difícil en la que por ejemplo pierdan la visión o el oído. Es muy importante tener consideración con ellos y hacerles ver que respetamos sus tiempos, puesto que para ellos tampoco es fácil empezar a tener dolores o perder facultades… Se les puede facilitar el día a día con cosas tan simples como una cama cómoda para favorecer su descanso, elevar el comedero y el bebedero, adecuar los paseos y ofrecerles estimulación mental. En esta etapa los perros necesitan mucha comprensión.

Para las personas tampoco es fácil ver estos cambios en el perro, personalmente y mirando a “mi senior” simplemente pienso que está en otra etapa, que ahora goza de “licencia de madurito” (con derecho a exigir y teniendo muy claro lo que quiere).

Es una etapa de madurez y sabiduría donde se puede seguir aprendiendo muchísimo de los perros, donde cada momento regalan grandes lecciones, y donde cada día es un regalo en sí.

La salud de los perros se va viendo afectada (cambios, habilidades, reacciones…) y es importante llevar un control veterinario.

Cambios en el ciclo de sueño, en la interacción con el entorno o desorientación (entre otros) nos indicarían una asociación de los cambios con disfunción cognitiva:

Tardar en reconocer algo. (Persona, perro, lugar, juguete…) suele ser una de las primeras cosas que llama la atención a las personas. Suele llevar en sus inicios a frases como “a veces parece que no conozca y a veces si” “cuando le da la gana se hace el despistado.”

Cambios de estado de ánimo. Perros que de repente pierden las ganas de jugar, de saludar, están más irritables, comienzan a desobedecer… Cambian, a veces de forma intermitente.

Paseos nocturnos. Es habitual que el perro mayor deambule por la noche.

Relacionados con la edad también podemos hablar de signos clínicos que afectan a :

Metabolismo:

Disminución de actividad, cambios en ciclos de sueño, cambios de peso, alteración de la movilidad, trastornos en órganos (disminución de la competencia inmune)

Urinarios:

Los más visibles son la incontinencia y aparición o aumento de infecciones

Gastrointestinales:

Cambios de peso, problemas dentales, puede disminuir la absorción intestinal, la función hepática, la función del páncreas… aparición de dolor.

Endocrino:

Se altera la producción de hormonas, la termorregulación ya no es tan eficaz, se altera el nivel de actividad, la sed…

Cardiovasculares:

Trastornos cardíacos, anemia, menor tolerancia al ejercicio, confusión, desorientación, hipoxia (priva del suministro adecuado de oxigeno) del tejido y celular

Respiratorios:

Sistema respiratorio y pulmón disminuyen su capacidad, menor tolerancia al ejercicio, la menor disponibilidad de oxigeno lleva a confusión y desorientación, el esfuerzo respiratorio (incomodidad física)

Musculo esqueléticos:

Aparece (o aumenta) el dolor, la debilidad en los miembros, disminuye la masa muscular y la tolerancia al ejercicio, aparece la degeneración de los cartílagos, artritis…

Sensoriales:

Vista, oído, tacto y olfato disminuyen, haciendo a su vez que disminuyan las reacciones. Cambian los ciclos de sueño, la interacción con el entorno, las respuestas emocionales, aumentan los miedos, las vocalizaciones, puede disminuir el apetito

Nerviosos

Afecta al estado emocional. Aprendizaje, memoria, conducta, respuesta, etc. se ven alterados. Conlleva desorientación y confusión. Mueren neuronas, pueden aparecer tumores, llegar trastornos metabólicos… esto también puede llevar a la irritabilidad.

El perro está en una etapa en la que necesita mayor tranquilidad, seguridad y cuidados. No necesita que le añadamos más preocupaciones (ya tiene bastante con aguantar sus propios achaques), tampoco necesita recordar obediencia básica (sabe sentarse y tumbarse, pero ahora duele) y por supuesto no necesita un cachorro para animarlo (le podría resultar insoportable). Pensemos que la mayoría de signos enumerados anteriormente producen irritabilidad.

Para las personas puede resultar muy difícil que su perro de repente gruña a cachorros, se tumbe en el césped en vez de jugar, tropiece… Sin embargo, lo último que el perro necesita es encontrar la mirada entristecida (o amenazadora) de la persona que le acompaña.

Tras toda una vida de compañía y amistad, aprendizajes, tolerancias, momentos buenos y momentos difíciles, no deberíamos zanjar el tema ahí. Es una etapa más (si, la última) de nuestro amigo ¡¡toca disfrutarla!! Y hacerla lo más fácil, cómoda y llevadera posible.

Si cada vez que el perro se encuentra agobiado y preocupado encuentra comprensión, tranquilidad y respeto en la mirada de su persona amiga estará recibiendo una gran ayuda. Es fundamental la empatía en esta nueva situación.

El perro senior todavía tiene muchas cosas de las que tenemos que aprender. Es importante demostrarle respeto, comprensión, tranquilidad, empatía, y gratitud.

Autora: Cinta Marí, 2013

Artículo publicado en la Revista de Educación Canina nº 14

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